La Transat CIC es sencillamente la tumbona más antigua y prestigiosa del mundo, que cruza el Atlántico y, además, la ruta del norte para llegar a los Estados Unidos, con una trayectoria extremadamente excepcional. 

El escenario está preparado, todo lo que necesitaba el equipo de la Maison JP Leconte para imaginar un trofeo único. La Transat CIC, un nombre que recuerda a los legendarios clubes náuticos del otro lado del Canal de la Mancha y que evoca inmediatamente las paredes decoradas con cuadros de honor, auténticas piezas de museo que atestiguan el peso de los años. 

Nuestro objetivo era resaltar el prestigioso historial de esta regata que, desde hace más de sesenta años, ha marcado la historia de la vela y ha dado grandes campeones, desde Francis Chichester, el pionero, hasta François Gabart en 2016, pasando por el plusmarquista de victorias Loïck Peyron y Éric Tabarly, seguramente el maestro absoluto para muchos navegantes.

El trofeo en sí consiste en un “trozo de madera” que evoca las tradiciones de los clubes británicos, decorado con una placa de Kevlar, material imprescindible en la construcción de todos los barcos participantes.

Para anclar todo en la historia, trabajamos todos los elementos en latón cepillado con una pátina de bronce antiguo para darle al trofeo el efecto de una pieza creada hace varios años. Los fundamentos del trofeo de la Transat: un cuadro de honor, un palmarés, una placa decorada con la fuerte identidad visual de la Transat CIC y la traza ideal del recorrido entre la punta de Bretaña y Nueva York.

Ahora corresponde a los marineros seguir escribiendo la historia de LA TRANSAT CIC.