El curioso evento se produjo en la boca de la laguna de José Ignacio, como consecuencia de las copiosas lluvias: fue una ola que quedó como congelada, a pesar de que el agua siguió corriendo, lo que atrajo a los surfistas.
La estructura del puente de la Ruta 10, impide la desembocadura natural de la laguna, genera un efecto tapón y la misma acumula agua por encima de su nivel natural. Con retroexcavadoras se abre la laguna artificialmente, y eso hace que explote la boca de la laguna hacia el mar
El surfista Sebastián Olarte, cuatro veces campeón nacional en Uruguay, pudo domar esta ola estática