Esta nueva línea de yates se podría definir como deportivos, de lujo, de diseño, modernos o elegantes, presenta cuatro modelos de otros tantos tamaños diferentes: el más pequeño de la serie es el Rossinavi Infinity de 42 metros de eslora mientras el más grande alcanza los 69, dejando los yates de 50 y 59 metros de eslora como los de tamaño medio de la serie.

El más pequeño de la serie, el Rossinavi Infinity de 42 metros de eslora, cuenta con amplias zonas exteriores pensadas tanto como solarium como espacios sombreados para comer o estar al aire libre, cuenta además con una amplia bodega en la que transportar juguetes náuticos como motos de agua para disfrutar del mar; en cuanto a su rendimiento, se estima que alcanzará los 19 nudos de velocidad de crucero y hasta los 21 de velocidad máxima sin acusar un excesivo consumo de combustible.

El Rossinavi Infinity de 50 metros de eslora acusa la diferencia de tamaño con el menor de la serie para bien y para mal, para bien porque su diseño es si cabe más elegante e innovador y para mal porque ve ligeramente limitada su velocidad, navegará a una velocidad de crucero de 15 nudos y no superará los 19 de velocidad máxima.

El Rossinavi Infinity de 59 metros de eslora supone un cambio de nivel respecto a los dos yates más pequeños, no sólo mantiene una rendimiento más que notable para un yate de su tamaño (su velocidad de crucero es de 17 nudos y llega a alcanzar los 19 de velocidad máxima) sino que cuenta con lujos adicionales como el jacuzzi en la cubierta superior.

El hermano mayor de la serie es la epítome del lujo en lo que a yates se refiere, en sus 69 metros de eslora cabe hasta un helipuerto para que puedas embarcar y desembarcar estés donde estés, incluso en alta mar; su rendimiento es el mismo que el del Rossinavi Infinity de 59 metros de eslora, velocidad de crucero de 17 nudos y velocidad máxima de 19 nudos).