Por desgracia, algunos elementos del barco que necesitan mantenimiento y reparaciones requieren subir al mástil.

Tradicionalmente, la forma de subir a un marinero al mástil era utilizando una guindola, de hecho, según muchos esa es la mejor forma que hay de subir a alguien al palo. Esta se fija a una driza y una persona fuerte, o personas, la suben hasta arriba. Normalmente suelen estar asistidos por algún winche cercano, tanto para ayudar como para evitar que la driza se resbale y el marinero caiga en picado sobre cubierta.

Este es un sistema aceptable si se dispone de una tripulación fuerte, pero hay muchas ocasiones en que sencillamente no es un sistema que sea factible. Por ejemplo, si se trata de una familia en la que la única persona que puede hacer el trabajo en las alturas es también la única persona que puede proporcionar el músculo requerido para subirla o, como en el caso de desafíos como la Global Solo Challenge (GSC), que sean navegantes solitarios. En este tipo de situaciones son necesarios métodos alternativos para subir.

Una alternativa a la guindola es un sistema de escala fijo o temporal, sin embargo, si la escala es fija, ya sea con escalones permanentes o abatibles, tiene ciertas desventajas. La primera es el coste, con estos sistemas incluso el peldaño plegable más rudimentario puede costar fácilmente 60 € por unidad, y eso es antes de su instalación; un sistema permanente completo puede fácilmente llegar a costar varios miles. Además, estos sistemas pueden afectar la integridad estructural del mástil y a la distribución de pesos de la embarcación, hechos que deben tenerse en cuenta.

Una segunda alternativa sería una escala de cuerda o cinta que se suba con una driza para tal fin. Subir por estos sistemas es considerablemente difícil incluso en las condiciones más suaves, y la ley de Murphy dice que tal reparación nunca será necesaria en mares tranquilos y suaves. Subir por cualquier tipo de escala es físicamente extenuante, y si usted lleva navegando solo durante un largo período sufriendo cierto grado de privación del sueño estoy seguro de que lo último que querrá hacer será subir por una escala tambaleante.

Algunos marineros también han intentado usar un arnés de escalada, no obstante este sistema no es especialmente adecuado si se a de pasar mucho tiempo en el aire debido a que aprieta la parte inferior de los muslos y puede resultar bastante doloroso.

Una alternativa más sensata es la de nuestros amigos de ATN, patrocinadores de la GSC, ellos fabrican el ‘ATN Mastclimber’.

Con este sistema, una driza de respeto se ata a una cornamusa disponible de cubierta y, a través de un sistema de ascendedores patentados, el marinero, que está sentado en una guindola con un arnés integral, escala sentado por la driza utilizando un sistema de sentadillas usando únicamente sus piernas para subir.

El Mastclimber tiene un asiento sólido, un respaldo alto para la espalda y correas para las piernas que mantienen al trasero en el tablero mientras el escalador opera su ATN Mastclimber. Esta posición de tipo colgante significa que el marinero no tendría que aguantar tanto cuando el barco y el mástil se muevan, evitando así el peligro de perder el equilibrio y caerse.

Su diseño también significa que es relativamente sencillo para el marinero situarse por encima del tope del mástil y, también, poder alcanzar la punta de las crucetas cuando se requiera.