El MY Galactica de 260 pies fué trasladando al Mar del Norte desde el astillero holandés Heesen donde se construyó.
El barco también tuvo que pasar por las esclusas del río.
Se tuvo que esperar las condiciones climáticas y de marea perfectas para poder completar el viaje.
A medida que el superyate de 80 metros se acercaba a cada obstáculo, se utilizaron rayos láser para ver si podía pasar.
Se requieren de tres a cuatro meses de preparación para transportar los barcos al mar debido a la gran cantidad de permisos y certificados requeridos.