Investigadores hicieron públicas nuevas imágenes  de la exploración realizada al naufragio del HMS Terror que se hundió en 1845 en la que murieron el  capitán británico John Franklin y su tripulación de 129 hombres.

Los restos parecen “congelados en el tiempo” gracias a las aguas frías y profundas de Terror Bay en Nunavut, Canadá, donde han permanecido intactas desde hace 174 años bajo una capa de limo que ha preservado artefactos como mapas, botellas, camarotes, registros e instrumentos científicos, según reveló el registro en video del los investigadores de Parks Canada

En la inmersión de los buzos también se ocupó un vehículo operado a distancia (ROV) que recopiló fotos y videos, en lo que la agencia describe como “una de las empresas arqueológicas submarinas más grandes y complejas de la historia de Canadá”.

Los investigadores utilizaron el ROV para explorar 20 cabañas y compartimentos en el barco, la primera vez que se exploró sistemáticamente el interior del HMS Terror, según un comunicado de Parks Canada.

La cabina del capitán es el mayor tesoro, y también la parte mejor conservada de la cubierta inferior, con gabinetes de mapas cerrados, un trípode y un par de termómetros ya identificados.

Detrás de una puerta cerrada se encuentran los dormitorios del capitán, la única parte de la cubierta inferior que los arqueólogos no pudieron explorar.

El equipo cree que los documentos escritos se habrán conservado porque la temperatura del agua es de cero grados centígrados o inferior, no hay luz natural y la sedimentación ayuda a preservar el material orgánico como el papel al crear un ambiente donde hay menos oxígeno presente.