La flota Vendée en el cabo Finisterre

En menos de una jornada la flota IMOCA 60, que compite en la octava edición de la vuelta al mundo a vela en solitario, ha recorrido las 300 millas que separa el puerto galo de Le Sables y cabo Ortegal, en el norte de Galicia. Invirtiendo unas 19 horas para cruzar el golfo de Vizcaya a la procura del siguiente punto de referencia: cabo Finisterre; donde la regata se tornará más táctica para los patrones al entrar en unas condiciones de viento y mar propias de rumbos abiertos.

El inicio de la regata en Le Sables d´Olonne fue con buen viento y día soleado, una salida limpia que estuvo liderada en las primeras millas por el “PRB” de Riou hasta que fue alcanzado por el nuevo “Edmond De Rothschild” de Sébastien Josse.

“Esta salida es el resultado de muchas cosas a las que se añade la emoción esta mañana de salida. Por supuesto, excitante y ya estamos vislumbrando la victoria de regresar. Si es antes, aún será mejor. Esta regata es excepcional, pero cuidado, los hechos de cada día nos recuerdan que también es una aventura … “; comentó Vincent Riou, patrón del “PRB”.

Las condiciones de viento fueron favorables a lo largo del golfo de Vizcaya, y Josse ha estado al frente de la flota durante unas 8 horas hasta que tuvo que ceder ante el “Safran” de Morgan Lagravière, el cual estuvo en primera posición unas 7 horas hasta el ataque de Armel Le Cléac´h con el “Banque Popualire VIII”. Y a las 09:30 horas de hoy lunes, 7 de noviembre de 2016, es el “Hugo Boss” de Thomson el que comanda la flota cuando están a unas 50 millas de cabo Finisterre.

Según informa el equipo de tierra de Dídac Costa:

50 minutos después de la salida, Dídac Costa detectó un problema en la quilla y, al entrar en la cabina para ver qué sucedía, vio que había agua en el barco. Inmediatamente desconectó toda la electrónica para evitar daños mayores y decidió regresar a puerto para poder revisar a fondo todo el sistema eléctrico, que ha resultado afectado. “Lo más prudente, y también lo más fácil para hacer reparaciones, era volver”, comentó el navegante barcelonés al llegar a muelle.

La avería la provocó el arraigo de uno de los tanques de agua que se usan para equilibrar el barco. Como resultado, el velero se llenó de agua de mar, y ello afectó distintos elementos eléctricos.

Mala y buena suerte para Costa en el inicio de su primera vuelta al mundo Vendée. El retornar a puerto le hará perder muchas millas respecto al resto de la flota. Pero el poder reparar el barco en puerto es una seguridad para poder afrontar el total de la vuelta al mundo. Otros se quedarán por el camino, así que al final lo que cuenta es acabar la regata.

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