Las disputas en la America’s Cup son tan antiguas como la propia competición. De hecho, la historia se remonta a la primera regata alrededor de la Isla de Wight en 1851, donde se presentó una protesta contra el yate America por rodear por dentro el faro de la Torre Nab, dejándolo a babor, cuando la convención de la época, cuando no se especificaba por escrito, era pasar por estribor. Esta protesta marcó el tono de los siguientes 36 desafíos de lo que se convirtió en la America’s Cup.
Cuando la fabulosa jarra de plata fue entregada al New York Yacht Club el 8 de julio de 1857, venía con las condiciones que se conocen comúnmente como el “Deed of Gift” (escritura de donación) original, y dentro de esas condiciones estaba la estipulación de que la Copa fuera: “una copa de desafío para la competición amistosa entre países”. Sin embargo, a lo largo de la historia de la competición, las protestas en el agua y las disputas fuera del agua han sido un sello distintivo de casi todas las regatas de la America’s Cup, debido al deseo y la ambición de ganar de todos los competidores.
Y con tanto en juego, en la America’s Cup moderna se consideró necesaria la formación de un “Panel Arbitral” para resolver las disputas que quedaban fuera del reglamento de regatas a vela o de las reglas de clase individuales de los propios barcos, además de ser una fuente vital de arbitraje entre el Defensor, el Challenger of Record (primer desafío) o Challengers (desafíos) individuales en caso de necesidad.
Para la AC37, el panel ya ha sido seleccionado y se ha establecido con el australiano David Tillett (Presidente) y el neozelandés Graham McKenzie, que formaron parte del panel arbitral de la AC36, a los que se ha unido el británico Bryan Willis.
El Panel Arbitral, enormemente respetado por sus propios méritos como regatistas ante todo, aporta una gran experiencia, tal y como comenta Grant Dalton, director general de la America’s Cup: “Estoy encantado de dar la bienvenida de nuevo a David y Graham, que ya estuvieron en la AC36 y, por supuesto, a Bryan, que es muy respetado, a sus puestos en el Panel Arbitral. Hemos reunido a los mejores de nuestro deporte para esta función y su imparcialidad y sabiduría es algo que garantizará la justicia y la ecuanimidad en la AC37 en Barcelona. Individualmente, todos ellos son muy respetados en el deporte, y específicamente en la America’s Cup, donde tienen mucha experiencia. Sencillamente, no podríamos haber reunido mejores representantes para formar el Panel. Les deseo mucho éxito de cara al futuro”.
