La vuelta al mundo del EARTHRACE

El Earthrace.

El ingeniero neozelandés Peter “Pete” James Bethune siempre estuvo interesado por el potencial de los biocombustibles. Ya en el año 2003, Bethune publicó un artículo de 20.000 palabras acerca de la utilización de estos para su utilización en el transporte por carretera.

Para visualizar las capacidades de los biocombustibles como energía alternativa a los combustibles fósiles, Bethune decidió en 2005 encargar a Craig Loomes Design Group (actualmente LOMOcean Design) la construcción del Earthrace, un trimarán de aspecto futurista con el que dar la vuelta al mundo utilizando solamente biocombustibles.

Bethune hipotecó su casa, rechazó una oferta de 3,5 millones de euros que le habría obligado a utilizar combustibles fósiles, y financió los 2,2 millones de euros del proyecto en base a miles de pequeñas donaciones de particulares y empresas.

El diseño debía garantizar el mínimo consumo de combustible (para reducir el número de repostajes) y la comodidad de la tripulación, permitiendo también mantener altas velocidades aun con mala mar. Por ello Craig Loomes Design Group se decidió por un trimarán wave-piercing. Los tres cascos aseguraban la estabilidad de la embarcación, mientras que la forma de su casco permitía al buque no remontar las olas para superarlas, si no que podía atravesar directamente olas de hasta 15 metros de altura, permitiendo así mantener una alta velocidad media durante el viaje.

Aunque Craig Loomes Design Group confiaba en el diseño de su trimarán, no existían experiencias previas que aseguraran el éxito del mismo. Así que decidieron construir un prototipo a escala de 6,5 metros de eslora, al que sometieron a meses de pruebas y modificaciones hasta dar con el diseño final que utilizaron para construir el Earthrace de tamaño real.

Pruebas con el prototipo del Earthrace.
En febrero de 2005 comenzaba la construcción del barco en los talleres de Calibre Boats en Henderson Creek (Auckland, Nueva Zelanda). Para el casco se utilizaron materiales ligeros y resistentes como la fibra de carbono, resinas epoxi reforzadas, o kevlar. Catorce meses después, el Earthrace era botado.

El Earthrace estaba propulsado por dos motores Cummins de 400 kW cada uno, montados en el casco central y que hacían girar una hélice cada uno. Aunque los motores podían alimentarse con diésel, Bethune insistió en propulsar el buque sólo con biocombustibles.

Los impresionantes alerones del barco servían como salida de aire de refrigeración de los motores mediante un sistema de convección. Aunque el Earthrace era capaz de sumergirse totalmente al atravesar las olas, la configuración de la salida de aire impedía que el agua entrara en la cámara de máquinas.

A plena carga, el Earthrace podía navegar a velocidades de 28 nudos, que se convertían en unos increíbles 45 nudos si se reducía la carga. La autonomía de la embarcación alcanzaba las 2.000 millas náuticas a velocidad media de 25 nudos.

Bethune y su tripulación partieron de Barbados el 10 de marzo de 2007 en su primer intento de conseguir el récord del mundo. Además de innumerables problemas mecánicos que retrasaron la travesía, la noche del 19 de marzo el Earthrace chocó con un pesquero guatemaltés. Uno de los pescadores falleció y la tripulación del Earthrace tuvo que quedarse en Guatemala mientras se llevaba a cabo la investigación.

El retraso arruinó el intento de récord, y aunque tomaron un nuevo tiempo de salida en San Diego el 7 de abril, el 31 de mayo abandonaban definitivamente en Málaga tras detectar una grieta en el casco de la embarcación.

Tras una serie de reparaciones en el astillero Vulkan Shipyard de Sagunto (Valencia), el segundo intento comenzaba el 27 de abril de 2008. El recorrido del Earthrace lo llevó por las islas Azores, Puerto Rico, Panamá, México, San Diego, Hawai, Palau, Singapur, India, Omán, Canal de Suez y Egipto, para finalmente retornar a Sagunto el 27 de junio.

A pesar de todos los problemas técnicos que sufrió la embarcación en este nuevo intento, el Earthrace superó la anterior marca de una embarcación a motor establecida en 1998 por el Cable and Wireless Adventurer de 74 días, 20 horas y 58 minutos, rebajándolo en casi dos semanas, para dejarlo en 60 días, 23 horas y 49 minutos.

Aun así, el tiempo del Earthrace no consiguió batir el récord absoluto de 2005 del velero catamarán Orange II capitaneado por Bruno Peyron y establecido en 50 días, 16 horas y 20 minutos. Hoy en día, el récord de circunnavegación más rápido y poseedor por ello del trofeo Julio Verne, está en manos del velero trimarán Banque Populaire V con una marca de 45 días, 13 horas, y 43 minutos.

Una vez conseguido el récord y alcanzado su objetivo, Bethune puso el buque a la venta por 2,3 millones de euros. Gracias a la aportación de casi un millón de euros del millonario israelí Ady Gil la organización ecologista internacional sin ánimo de lucro Sea Shepherd se hizo con el Earthrace, con la intención de utilizarlo en acciones contra la caza de ballenas en la Antártida.

En octubre de 2009, el remodelado buque era presentado a la prensa. El casco había sido reforzado para soportar el hielo de las aguas australes, toda la electrónica había sido mejorada y, para evitar ser localizados por los buques japoneses cazadores de ballenas, la embarcación había sido pintada toda de negro. El Ady Gil, rebautizado en honor de su patrocinador, estaba listo para unirse a la campaña contra la caza de ballenas de Sea Shepherd.

El 6 de enero de 2010, mientras se enfrentaba a los buques balleneros japoneses, el Ady Gil colisionó contra el MV Shōnan Maru 2, resultando en la pérdida de la proa del buque y un miembro de la tripulación herido. El barco intentó ser remolcado sin éxito hasta la base antártica francesa de Dumont d’Urville, pero terminó hundiéndose en las frías aguas de la Antártida.

Bethune fue detenido por la tripulación japonesa y llevado a Japón, en donde fue encontrado culpable de los cargos de violación de propiedad privada, asalto, posesión ilegal de arma blanca, destrucción de la propiedad ajena y obstrucción de negocio, y fue por ello condenado a dos años de prisión, aunque después de pasar cinco meses en una prisión de alta seguridad japonesa fue deportado a Nueva Zelanda.

La tripulación del Ady Gil y del buque ballenero japonés se culparon mutuamente del accidente. Las autoridades neozelandesas acabaron culpando a ambos bandos, al buque japonés por cruzarse en el camino del Ady Gil y a este por no hacer nada por evitar la colisión. Ady Gil acabaría denunciando (y ganando el juicio) a Paul Watson, fundador de Sea Shepherd, por hundir el buque intencionadamente con intenciones publicitarias.

Para sustituir al Ady Gil, Sea Shepherd adquirió el trimarán Ocean 7 Adventurer, conocido anteriormente como Cable and Wireless Adventurer y que poseía el récord de circunnavegación hasta que se lo arrebató el Earthrace. El buque fue pintado también de negro y renombrado primero a MV Gojira (Godzilla) y finalmente pintado en gris y renombrado MV Brigitte Bardot, siendo utilizado también para la lucha contra los balleneros japoneses en el océano Antártico.

MVBrigitteBardot
El MV Brigitte Bardot.
Características generales.

Desplazamiento: 13 toneladas
Eslora: 24 metros
Manga: 8 metros
Calado: 1,3 metros
Puntal: 4,3 metros
Propulsión: 2 × 400 kW
Velocidad máxima: 40 nudos
Tripulación: de 4 a 6 personas

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