Vacaciones en el ‘Titanic’?

Vacaciones en el ‘Titanic’?

ANDREA AUSFET  yachtingsouthamerica.com

Unos 105.129 dólares sería el valor actual de los 4350 que pagó cada pasajero de primera clase para abordar el ‘Titanic’ en su único viaje.

Y eso es lo que hay que pagar actualmente quien quiera convertirse en un turista de las profundidades del Atlántico norte y visitar el más famoso de los pecios de la historia y del mundo, cuatro mil metros bajo el nivel del mar.

Además, hay que demostrar que se es capaz de pilotear un semirrígido en el mar embravecido y acreditar no pocas habilidades psicofísicas.

Podría ser una de las últimas oportunidades para visitar el ‘Titanic’: Según un estudio de 2016, una ‘bacteria extremófila’ podría corroer lo que queda del famoso naufragio y hacerlo desaparecer dentro de unos quince o veinte años.

La única alternativa real por el momento es la que ofrece la agencia londinense Blue Marble Private.

Pero en realidad de lo que se trata de pagar por trabajar, porque quien esté dispuesto a desembolsar esa suma (y se sabe que ya lo han hecho unos cuantos) oficiará como asistente o apoyo en expediciones científicas cuyo objetivo es recopilar información entre los restos del ‘Titanic’.

Lo primero que pedimos a los interesados es que completen una solicitud formal. Después los llamamos para tener oportunidad de ser parte de una expedición única en la vida, en la que serán parte de la tripulación y la compartirán con los científicos involucrados.”  Dice Elizabeth Ellis, de Blue Marble Private

Serán ocho días a bordo de un buque científico que zarpará desde Terranova (Canadá), y el descenso se hará en el sumergible de titanio y fibra de carbono ‘Cyclops 2’, que todavía está construyendo la empresa estadounidense Ocean Gate Inc.

Habrá tres días de inmersiones, con tres horas de buceo cada uno, para explorar los restos de la nave de 269m de eslora, la cubierta, la proa, el puente y el salón donde antes se encontraba la gran escalera.

También habrá oportunidad de recorrer el vasto campo de escombros esparcidos y ha permanecido casi inalterado por más de un siglo.

“Durante la inmersión el equipo podrá llevar a cabo exploraciones con sonar en 3D y 2D o buscar una de las enormes calderas, las hélices y otros segmentos aún no hallados”, asegura Ellis.

Sólo habrá tres expediciones en este año y otras tantas en 2019.

En cada una de ellas sólo hay tres plazas para los turistas, o ‘especialistas de misión’, como prefieren llamarlos en Blue Marble.

La primera será del 27 de junio al 8 de julio; la segunda, del 12 al 22 de julio (la agencia informó que ya no hay lugares), y la tercera, del 26 de julio al 5 de agosto.

Todavía no se conocen, en cambio, las fechas para las expediciones de 2019, pero sí que para entonces serán US$ 108.256 lo que haya que pagar para ser parte de la tripulación, y que las vacantes ya están casi todas reservadas.

Alternativas Posibles
¿Será la última oportunidad para ver con los propios ojos al mítico ‘Titanic’? Blue Marble Private no puede asegurarlo.

Por ahora la agencia de turismo náutico altamente exclusivo explica que eso depende de lo que requiera realizar la documentación exhaustiva del barco a través de imágenes y datos sónicos, porque ése es el objetivo principal de estos descensos.

Sin embargo, ya hay otra compañía que trabaja en una propuesta similar.

La no menos exclusivísima Bluefish de Los Ángeles (USA) también trabaja en una oferta similar, de la que no ha brindado demasiadas precisiones.

Por ahora se sabe que cada una de sus expediciones tendrá la posibilidad de llevar a unos veinte turistas de las profundidades.

Además, China llega en socorro de los menos aventureros y los menos acaudalados, también.

En un embalse del río Qijiang, en la provincia de Sichuan y a más de 1200 kilómetros del mar, se está construyendo una réplica del ‘Titanic’ en escala 1:1 con sus mismas características, incluyendo la piscina, el salón de baile y el teatro.

Un proyecto parecido es impulsado el magnate australiano Clive Palmer, aunque en este caso la réplica también estaría en condiciones de navegar.

Pero el ‘Titanic II’ de Palmer, que en principio tenía botadura planificada para 2016, se encuentra retrasado, aunque dicen que podría finalmente ir al agua este año.

Por último, si el presupuesto todavía no alcanza para viajar a China ni Australia, siempre queda la opción del Titanic Belfast, el monumento-museo dedicado al famoso transatlántico, que ha recibido unos cuatro millones de visitantes desde que se inauguró esa ciudad de Irlanda del Norte en 2012.

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