BUENOS AIRES: PROPUESTAS PARA COMER JUNTO AL RÍO

BUENOS AIRES: PROPUESTAS PARA COMER JUNTO AL RÍO

Nordelta, Tigre, Costanera y Puerto Madero: territorios orilleros en los que rastreamos seis mesas que anclan a metros del agua dulce. Las elegimos por su calidad gourmet, por su buena barra, por la privacidad, por un estilo específico, por la excelencia en carnes y por la oferta de ictiologías fluviales.

Por Revista Lugares

 Connie Llompart Laigle y Cintia Colangelo

JUEVES 28 DE SEPTIEMBRE DE 2017

1) MORENA: UN REFUGIO EN PLENA COSTANERA

¿Por qué todos hablan de este lugar? Quizás porque aunque ya cumplió 20 años su ubicación sigue siendo muy poco evidente. Quizás porque es uno de los pocos de la ciudad construidos sobre palafitos y de esta manera es posible experimentar la sensación de comer a bordo sin ser perturbado. Lo cierto es que Morena resulta imbatible a la hora de sorprender con una velada romántica. Dicen los que saben que suma mil puntos elegir un día de tormenta eléctrica, cuando los ventanales son pantallas para ver la explosión de rayos sobre el río y se escucha el repiqueteo de las gotas en el techo. Nota para galanes: el estacionamiento es techado y hay valet parking para que la agasajada no se empape.

 
La barra con vista al río de Morena. Foto: Lugares/ Sofía Lópiez Mañan

Un discreto portón verde da paso a un espigón que hace las veces de estacionamiento. Bien al fondo, un hall con iluminación tenue es el preámbulo de Beluga, la barra ambientada como un barco hundido que despacha tragos de autor. Más allá se abre el salón de cristal, lleno de río por sus cuatro costados, un puñado de mesas para dos y un techo regado de cálidas luces multifilamento que parecen farolitos perfectamente alineados. La cuidada iluminación y el entorno acuático logran esa íntima atmósfera, casi tan secreta como el restaurante. No se registran voces altas, mucho menos música estridente. El lugar en sí es la principal razón para reservar una mesa y disfrutar de un cóctel en compañía de una tabla con tapas de mar o de algún plato elaborado con pescado, como el Salmón Morena en crema de puerro y sauvignon blanc con papas especiadas, y una inmejorable vista de la costa de Buenos Aires.

 
Salón vidriado construido sobre el agua de Morena. Foto: Lugares/ Sofía Lópiez Mañan

Morena. Av. Rafael Obligado Costanera 4899, Club Náutico Puerto Norte. T: +54 11 4788-2521 / 4786-0204.

2) PICHÓN: ALTA COCINA EN NORDELTA

 
El bartender de Pichón, Javier García. Foto: Lugares/ Sofía López Mañan

Es el hijo mimado de Amparo Baca Castex y Pedro Rivero, un matrimonio apasionado por la cocina que eligió la Bahía Grande de Nordelta para dar forma al proyecto que empollaron durante años. Pichón nació en 2015 dispuesto a ocupar un espacio vacante por esos lares: cocina francesa y cócteles de autor en un ambiente cálido y elegante con vista al río. Un inmenso ventanal de hierro separa el salón de la rambla que bordea la marina del Yacht Club. Puertas adentro, el sobrio salón vestido con piedra, cuero y madera abriga una amplia barra, mesas con cómodos sillones entelados, un living íntimo junto a un biohogar que se enciende cada invierno, y una cava con más de 200 etiquetas seleccionadas por la sommelier Betiana Giordano.

 
Las amarras del Yacht Club, donde se encuentra Pichón. Foto: Lugares/ Sofía López Mañan

La ceremonia en Pichón comienza con un cóctel de la carta de estación diseñada por el bartender Pablo Graff (actual maître) y ejecutada con algunos twists creativos por Javier García. Propone tragos de autor preparados con mezclas hechas en casa –como mermelada de ajíes, cerveza de jengibre y agua tónica–, coctelería clásica y a medida. Además, ofrece una abultada selección de whiskies y otras espirituosas de calidad. Una vez en la mesa comienza el despliegue del chef Lucas Trigos, quien diseñó una carta de temporada con base francesa, reminiscencias italianas y españolas, y toques de la cocina de Memé, su abuela. El prólogo del banquete está a cargo de un puñado de adictivos pancitos negros con frutos secos y un cuenquito de aceite de oliva; luego, plantea una encrucijada entre el magret de pato Pekín hecho in situ o el curry de sandías con chipirones; avanza con un lenguado en impecable salsa verde vasca o con unas mollejas al cognac y miel de caña sobre focaccia y piel de lima, entre otras tentaciones. Para la dulce despedida, dos imbatibles son la mousse de chocolate belga amargo (80%) con escamas de sal Maldon y aceite de oliva extra virgen, y la crème brûlée de Memé. Pichón es un buen motivo para escaparse de la ciudad, respirar aire de río, probar delicias servidas con esmero y regresar con chofer.

Pichón. Av. del Puerto 240, Nordelta, Tigre. T: +54 11 4871-4363.

3) EL MUELLE: COCINA MEDITERRÁNEA EN UN OASIS PORTEÑO

Casi una isla sobre la Costanera Norte, rodeado de puro río y cielo, el restaurante del Club de Pescadores es un clásico para saborear buenos pescados y mariscos. Su blanco salón luce renovado y más luminoso desde su flamante remodelación, sin desentonar con el edificio de 1903, que es Monumento Histórico Nacional.

 
El Club de Pescadores en la Costanera. Foto: Lugares/ Sofía Lópiez Mañan

La cocina es de impronta mediterránea, con énfasis en la frescura de los productos. Destacan los pescados a las brasas (una de sus premisas es prescindir de cualquier salsa), como el atún rojo de Ecuador o el salmón rosado ahumado cocinado sobre madera de cedro misionero, con perfume de naranja, batatas a la manteca de vainilla y gírgolas grilladas. Dentro de los arroces –para compartir–, el llamado El Muelle está preparado con tinta de calamar, chipirones, vieiras y gambas. También es una buena opción el pulpo a las brasas (con emulsión de papas, olivas negras y pimentón ahumado), los pinchos de langostinos o la fideuá de mariscos. También hay pastas artesanales, cochinillo confitado y ensaladas abundantes y frescas.

 
Una de las mesas de El Muelle, en el Club de Pescadores ubicado en la Costanera. Foto: Lugares/ Sofía Lopez Mañan

Para el final quedan la trilogía de chocolates, la compresión de manzanas con crumble de canela, salsa tofi y helado de sabayón o el duelo de clásicos: arroz con leche versus tiramisú. El ambiente sugiere un estar apacible, con un perfil ejecutivo al mediodía y más romántico a la noche (aquí no faltan las propuestas de casamiento, anillo incluido) y un público muy de habitués, que incluye políticos y famosos camuflados. La terraza lateral es ideal para sus “tardes de vermouth”, tentadora propuesta para aprovechar entre las 17 y las 19.30, que se acompaña de algún antipasto italiano o rabas y chipirones.

El Muelle. Av. Costanera y Av. Sarmiento. T: +54 11 4773-2216. C: +54 9 11-3726-7672.

4) MALLOY´S: LA ONDA PLAYERA DE ZONA NORTE

Tablas de surf, sillones de mimbre de varios colores, reggae de fondo y un servicio muy descontracturado definen este nuevo “bar de costa” inspirado en la estética californiana. Afuera están el deck de madera, las sombrillas, una barra estilo playera con ruido de licuadoras, el parque –público, se llena los fines de semana–, las palmeras y el río. No es exageración que quizás se trate de una de las mejores y más claras vistas del skyline porteño. Al menos, desde la zona norte.

 
El superdeck de Malloy s. Foto: Lugares/ Sofía López Mañán

Al volumen de comensales que maneja –alrededor de 400– se contrapone una carta corta y sencilla: mandan los sándwiches, como el de pollo y guacamole o el de lomo con pimientos asados. La Malloy’s burger trae queso provolone, rúcula, cebollas caramelizadas y alioli. De las brasas salen cortes de carne que se presentan directamente sobre el plato, con algún toque de autor a cargo de Gastón Maceira, el chef. Los recomendados son el bife de chorizo New York con salsa bearnesa, las mollejas con crema de limón y berro y el ojo de bife con gremolata de tomates secos y papas rústicas. Ahí nomás, al lado de las mesas, hay veleros y gente que hace kitesurf.

 
La barra y la recepción de Malloy s. Foto: Lugares/ Sofía Lopez Mañan

Malloy´s. Alvear y El Río, Martínez. T: +54 11 4793-4786.

5) LA CABAÑA: ASADO PERFECTO CON VISTA A LOS DIQUES

 
El salón del rstaurante La Cabaña ubicado en Puerto Madero. Foto: Lugares/ Sofía López Mañan

Es una de las parrillas consagradas de Buenos Aires y lo cierto es que no falla. Las carnes a las brasas, siempre tiernas y servidas en su punto exacto –gracias al buen hacer del chef Diego Moyano– saben más ricas aún si la vista acompaña. El plan perfecto sería disfrutar de un jugoso bife de chorizo con mil hojas de papa, crema de chimichurri y ensalada de brotes en la galería de estilo campestre que mira hacia el río. Los no carnívoros también son bien recibidos con platos como el lenguado sobre mousseline de calabaza, vegetales y pesto de perejil y almendras. De las pastas caseras, los ravioles de salmón y verdeo con crema de camarones y eneldo es una de las recomendadas. Buen servicio, generosa carta de vinos y ambiente cálido en el corazón de Puerto Madero.

 
Una de las mesas sobre el río de La Cabaña, restaurante ubicado en Puerto Madero. Foto: Lugares/ Sofía López Mañan

La Cabaña. Alicia Moreau de Justo 380, Puerto Madero. T:+ 54 11 4314-3710.

6) IL NOVO MARÍA DEL LUJÁN: EN TIGRE, PESCADOS DE RÍO

De lo más destacado del Tigre continental, con el plus de ser el único restaurante del pintoresco Paseo Victorica que se encuentra sobre el río Luján, no en frente. Las mesas de la terraza son las primeras en llenarse, más cuando cae la tarde y se impone el picoteo con cerveza cerca del rugido de las lanchas. Otros tres salones panorámicos se abren adentro de la casona de 1890. Espacio es lo que aquí abunda, y también las porciones servidas por mozos de oficio, que se apuran en recomendar las especialidades, a saber: pescados de río –pacú, surubí y dorado– a la parrilla y pastas artesanales, entre las que se destacan los ravioles de espinaca y parmesano, o los de salmón ahumado. Acompañan los platos una nutrida selección de vinos, con más de 60 etiquetas. También hay risottos, carnes salseadas y platos para celíacos.

 
La terraza junto al río de Il Novo María del Luján. Foto: Lugares/ Sofía Lópiez Mañan

De mañana y tarde funciona como cafetería. Sirven sándwiches y tortas caseras. A cualquier hora, uno de sus platos más pedidos, junto con las rabas, es la picada María del Luján, que trae pulpito, mejillones, salmón ahumado, langostinos y arenques marinados con salsa provenzal, ideal para compartir. Para los más dulceros hay un postre llamado “qué gordito”, un combinado letal de helado de crema, dulce de leche, crema, nueces, merenguitos y chocolate caliente.

Il Novo María del Luján. Paseo Victorica 511 (ex 611). T: + 54 11 4731-9613.

Nota publicada en septiembre de 2017.

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